
Recupera tu melena: consejos para cuidar tu cabello después del verano
El verano es esa época del año que todos esperamos: días de playa, tardes de piscina, escapadas improvisadas y horas bajo el sol. Pero mientras nosotros disfrutamos, nuestro pelo vive una historia muy distinta. El cloro, la sal del mar, los rayos UV y hasta el viento se convierten en enemigos silenciosos que dejan huella. Y cuando llega septiembre, no falla: puntas abiertas, sensación de sequedad, color apagado y falta de brillo.
Si eres profesional de la peluquería, seguro que tus clientes ya te han comentado frases como “siento mi pelo pajizo”, “el tinte ya no luce igual” o “se me rompe más fácil”. Por eso, hoy te traemos tips y consejos prácticos para la recuperación capilar después del verano. Así podrás guiar a tus clientes (y también a ti mismo) a devolverle la vida al cabello en esta nueva temporada.
1. Diagnóstico: el primer paso para recuperar el pelo después del verano
Antes de recomendar un tratamiento, es importante analizar en qué estado se encuentra el cabello después del verano. ¿Está reseco? ¿Ha perdido elasticidad? ¿El color se ve desgastado? Cada melena necesita un plan personalizado. Puedes realizarte un diagnóstico capilar rápido: observa la textura, puntas, brillo y pregunta por hábitos de cuidado.
2. Hidratación intensiva: devolver la suavidad perdida
El pelo después del verano pide agua a gritos. No hablamos de lavarlo más, sino de nutrirlo con mascarillas y tratamientos ricos en ingredientes como ácido hialurónico, aceites naturales o keratina.
Es recomendable utilizar mascarillas de uso profesional. Lo ideal es dejar actuar al menos 15 minutos, envolver con una toalla caliente y dejar que los activos penetren en profundidad.
3. Bye bye puntas abiertas: sanea para empezar de nuevo
No hay recuperación capilar real sin un buen corte. No es necesario un cambio radical, pero sí eliminar esas puntas abiertas que hacen que el cabello se vea más seco y sin forma.
4. Recuperar el color y devolver el brillo
Si el cliente lleva coloración, seguro que lo nota más apagado tras el verano. El sol y el cloro son responsables de esa oxidación. Aquí entran en juego los baños de brillo, los matices y los tratamientos con pigmento que realzan el color sin agredir la fibra capilar. Es recomendable utilizar champús y acondicionadores específicos para cabellos teñidos, que ayuden a prolongar la intensidad del color y mantengan el pelo vibrante.
5. Tratamientos de choque en el salón
Hoy en día existen tratamientos capilares profesionales que marcan la diferencia en la recuperación capilar. Desde terapias con colágeno y keratina, hasta tratamientos moleculares que reconstruyen la fibra desde el interior.
Ofrecer estos servicios en tu salón no solo mejora la salud del cabello, sino que también se convierte en una oportunidad de fidelización: tus clientes verán resultados inmediatos y volverán a confiar en ti.
6. Rutina en casa
De nada sirve un tratamiento profesional si el cliente no sigue una rutina adecuada en casa. Aquí es donde entran los productos de venta profesional: champús sin sulfatos agresivos, acondicionadores nutritivos y protectores térmicos.
No se trata de tener mil productos, sino de elegir los correctos. Y recuerda, el protector térmico es imprescindible: después del verano el pelo ya viene sensibilizado, y el uso de planchas o secadores sin protección puede empeorar la situación.
7. Pequeños gestos, grandes cambios
A veces no es cuestión de grandes inversiones, sino de hábitos. Estos son algunos consejos que puedes dar a tus clientes:
- Evitar lavados diarios para no arrastrar los aceites naturales del cabello.
- Usar peines de púas anchas para desenredar sin romper.
- Apostar por recogidos sueltos en lugar de moños tirantes.
- Beber agua y mantener una dieta equilibrada: la belleza también viene de dentro.
El verano nos deja recuerdos inolvidables… y un cabello que pide cuidados especiales. Por eso septiembre es el mes de la recuperación capilar. El cabello después del verano puede volver a brillar como nunca. Solo necesita un poco de atención, productos adecuados y la mano experta de un buen peluquero o peluquera.